Los Mejores Consejos para Mantenerse Hidratado durante el Entrenamiento

10/28/20242 min read

La hidratación es un aspecto fundamental en el rendimiento deportivo y en el bienestar general, ya que mantener un buen nivel de hidratación ayuda a maximizar la resistencia, evita la fatiga y previene lesiones. Durante el ejercicio, nuestro cuerpo pierde agua y electrolitos a través del sudor, por lo que saber cómo mantenerse bien hidratado antes, durante y después del entrenamiento es esencial para lograr resultados óptimos. En este artículo, te compartimos los mejores consejos para mantenerte hidratado y sacar el máximo provecho de cada entrenamiento.

1. Hidrátate Antes de Entrenar

Comenzar un entrenamiento con una buena hidratación es clave para evitar la deshidratación desde el inicio. Beber agua durante todo el día es la base de una hidratación efectiva, pero si sabes que vas a realizar ejercicio, asegúrate de beber entre 400 y 600 ml de agua aproximadamente una o dos horas antes de comenzar. Esto le da tiempo al cuerpo para absorber el agua y prepararse para la actividad física sin sentir pesadez.

2. Bebe Pequeñas Cantidades Durante el Entrenamiento

Durante el ejercicio, el cuerpo pierde agua de forma rápida, especialmente en entrenamientos de alta intensidad o en climas cálidos. Para reponer lo que se pierde, intenta beber agua en pequeños sorbos cada 15 a 20 minutos. La cantidad exacta depende de la duración y la intensidad del entrenamiento, pero es mejor mantener el cuerpo hidratado de forma constante en lugar de consumir grandes cantidades de agua de golpe.

3. Incorpora Bebidas con Electrolitos en Entrenamientos Largos o Intensos

En sesiones de entrenamiento que superan la hora de duración o que implican mucha sudoración, el cuerpo no solo pierde agua, sino también electrolitos esenciales como sodio, potasio y magnesio. Estas sales minerales son necesarias para la contracción muscular y la función nerviosa. En estos casos, una bebida con electrolitos, puede ayudarte a reponer rápidamente los minerales perdidos y mantener el rendimiento.

4. Ajusta la Hidratación a las Condiciones Climáticas

El clima puede influir mucho en las necesidades de hidratación. En días de mucho calor o humedad, el cuerpo suda más y pierde líquidos a un ritmo mayor, por lo que debes aumentar la ingesta de agua. Por otro lado, en climas fríos, aunque sientas menos sed, es igualmente importante mantenerse hidratado, ya que el cuerpo continúa perdiendo líquidos. Adaptar tu consumo de agua y electrolitos a las condiciones externas te ayuda a mantenerte en el mejor estado físico.

5. No Esperes a Tener Sed para Beber

La sed es una señal de que tu cuerpo ya está experimentando un nivel inicial de deshidratación. En lugar de esperar a sentir sed, trata de beber agua de forma regular durante todo el entrenamiento. Esto es especialmente útil para mantener la resistencia y evitar la fatiga temprana en ejercicios prolongados.

6. Rehidrátate Después del Entrenamiento

Una vez finalizado el ejercicio, tu cuerpo necesita recuperar el agua y los electrolitos perdidos. Intenta beber al menos 500 ml de agua o una bebida con electrolitos en los primeros 30 minutos después de terminar. Esto no solo ayuda a la recuperación, sino que también reduce el riesgo de dolores musculares y mejora el proceso de regeneración muscular.

Hidratación Inteligente para un Mejor Rendimiento

Mantenerse bien hidratado no solo contribuye al rendimiento físico, sino también a la concentración y la motivación durante el ejercicio. Adoptar estos hábitos en tu rutina diaria y elegir productos de hidratación de calidad puede marcar la diferencia en cómo te sientes y en los resultados que obtienes.